top of page
Search

Terapia sexual online: qué esperar y cómo aprovecharla al máximo

Encontrar un terapeuta con el que te sientas cómodo, comprendido y bien acompañado puede parecer una tarea complicada. Más aún cuando lo que está en juego es algo tan íntimo como tu sexualidad. La buena noticia es que cada vez más profesionales ofrecen terapia sexual online y, con ello, nuevas formas de acceder a un espacio seguro y transformador, desde casa y a tu propio ritmo.



¿Cómo saber si un terapeuta es adecuado para ti?


Muchos terapeutas ofrecen una primera consulta gratuita de 15 a 30 minutos sin compromiso. Este encuentro es una oportunidad valiosa para conocer su estilo, hacer preguntas y, sobre todo, sentir si hay conexión. Presta atención a si te escucha sin juzgar, si te sientes comprendido y si su forma de hablar encaja contigo. La relación terapéutica, la llamada alianza terapéutica,  es más importante incluso que su enfoque específico o años de experiencia. Si no te sientes cómodo, no pasa nada por seguir buscando.


Ningún terapeuta puede ser especialista en todo. Lo ideal es que trabaje dentro de un campo que conoce en profundidad: deseo, dolor sexual, diversidad funcional, trauma, etc. Si ves que ofrece “soluciones” para veinte temas distintos, desconfía: es muy difícil mantener el mismo nivel de competencia en todos ellos.



¿Qué puedes esperar de una sesión online?


Una sesión de terapia sexual no tiene por qué ser tensa, técnica ni incómoda. Muchas veces es como una conversación cercana y sin juicios, donde poder reír, llorar o compartir temas que no te atreves a decirle a nadie más. El terapeuta está para ayudarte a explorar tu historia, tus bloqueos, tus deseos y tus creencias sobre el sexo, ofreciéndote perspectivas nuevas y estrategias útiles.


El espacio es colaborativo. El terapeuta te propondrá ideas o ejercicios, pero tú decides qué te sirve y qué no. No está ahí para darte consejos desde arriba, sino para caminar a tu lado y ayudarte a comprenderte mejor. Lo importante es que te sientas protagonista de tu propio proceso.


Ventajas de la terapia sexual online


Aunque al principio puede parecer impersonal, la terapia virtual tiene grandes ventajas. Puedes hacerla desde casa, en tu propio entorno, con ropa cómoda, y sin el estrés de desplazamientos o salas de espera. Muchas personas, de hecho, se sienten más libres para abrirse cuando están en un lugar que les resulta familiar.


También mejora el acceso: es ideal para personas con movilidad reducida, ansiedad, o que viven en zonas sin muchos recursos terapéuticos. Incluso puede ser más económica, ya que los terapeutas que trabajan solo online no tienen gastos de oficina y a menudo ofrecen precios más accesibles o tarifas ajustadas.


Cómo prepararte y cuidar el proceso


Antes de una sesión, anota las dudas o temas que te gustaría tratar. Es normal sentir algo de nervios, así que prepararte puede ayudarte a no olvidar lo importante. Después de la sesión, dedica un tiempo a ti: da un paseo, escribe, escucha música o simplemente descansa. Reflexionar sobre lo que ha surgido también forma parte del proceso.


Haz saber al terapeuta cómo te sientes en las sesiones. Si algo no te gusta o te incomoda, dilo. Dar retroalimentación no solo es válido, es necesario para construir una relación de confianza. Y si sientes que no conectáis, no tengas reparos en buscar otro profesional. No todos los terapeutas valen para todas las personas, y está bien que sigas buscando hasta encontrar el adecuado.


Tener expectativas realistas


La terapia no es una solución mágica ni inmediata. Requiere tiempo, constancia y compromiso. No se trata de que alguien “te arregle”, porque no estás roto. Se trata de acompañarte para que entiendas mejor lo que te pasa, valides lo que sientes y encuentres formas de vivir tu sexualidad de forma más libre, segura y placentera.


 
 
 

Comments


bottom of page