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No monogamia y relaciones abiertas: qué son y cómo saber si van contigo

Cuando pensamos en relaciones, solemos imaginar a dos personas que se eligen en exclusividad. Pero esa no es la única forma posible. Cada vez más personas exploran estructuras relacionales fuera de la monogamia tradicional. Entre ellas están la no monogamia consensuada y las relaciones abiertas. Pero ¿en qué consisten exactamente? ¿Y cómo saber si se adaptan a tu manera de vivir el amor y el deseo?




¿Qué es la no monogamia?


La no monogamia es un modelo relacional donde se permite tener más de una relación sexual o romántica al mismo tiempo, siempre con consentimiento y acuerdos claros entre todas las personas involucradas. A diferencia de la infidelidad, aquí no hay engaños. Todo se basa en la comunicación, el respeto y la honestidad. No hay una sola forma de vivir la no monogamia. De hecho, existen varias, con distintos niveles de compromiso, apertura y conexión emocional.


Tipos de relaciones no monógamas:


Relaciones abiertas: Una pareja acuerda poder tener relaciones sexuales (y, a veces, emocionales) con otras personas. No se rompe el vínculo principal, pero se acepta que el deseo puede ir más allá de esa relación.


Poliamor: Es la posibilidad de tener más de una relación amorosa al mismo tiempo. A diferencia de las relaciones abiertas, el foco no está solo en lo sexual, sino también en los vínculos emocionales. Todo con consentimiento y transparencia.


Swinging o intercambio de parejas: Parejas que buscan experiencias sexuales con otras personas, generalmente juntos y como parte de un acuerdo compartido. En este caso, suele tratarse más de exploración sexual que de conexiones emocionales externas.


Anarquía relacional: Una visión sin jerarquías: no se establece que una relación (por ejemplo, la de pareja) valga más que una amistad o cualquier otro tipo de vínculo. Cada relación se construye según lo que las personas involucradas acuerdan, sin guiarse por reglas sociales preestablecidas.


¿Por qué algunas personas eligen la no monogamia?


Exploración y diversidad: Permite descubrir diferentes formas de conectar con otras personas, tanto sexual como emocionalmente. Para algunos, esto enriquece su vida y amplía su experiencia relacional.


Libertad y autonomía: La no monogamia puede reducir la presión de que una sola persona cumpla todas nuestras expectativas afectivas o sexuales. Esto abre espacio para que cada vínculo aporte algo distinto.


Crecimiento personal: Este tipo de relaciones exige introspección, comunicación y desarrollo emocional. Muchas personas encuentran que esto las hace más conscientes de lo que quieren y cómo relacionarse con los demás.


Cuestionar las normas tradicionales: No todo el mundo se siente cómodo con el modelo de relación “para toda la vida y en exclusiva”. La no monogamia permite explorar dinámicas más personalizadas y auténticas.


Los retos que no hay que ignorar


Celos e inseguridades: Sí, los celos pueden aparecer, y es normal. Lo importante es tener herramientas para hablarlos, entenderlos y gestionarlos sin culpas.


Mucha comunicación: Para que funcione, hace falta hablar mucho: sobre límites, deseos, acuerdos y emociones. Y no todo el mundo está preparado para eso.


Tiempo y logística: Más relaciones pueden significar más tiempo, más coordinación y más energía emocional. Hay que saber hasta dónde uno puede y quiere involucrarse.


Estigma social: Todavía hay muchas ideas negativas sobre estas formas de relación. A veces toca lidiar con prejuicios de familiares, amigos o incluso colegas.


¿Es para ti? para resolver está pregunta, habría que preguntarse:


• ¿Te sientes cómodo hablando abiertamente de tus emociones, deseos y límites?

• ¿Tú (y tu(s) pareja(s)) confían el uno en el otro?

• ¿Puedes manejar emociones como los celos sin que dominen la relación?

• ¿Estás dispuesto a salirte del molde tradicional?

• ¿Respetas y aceptas los límites de los demás?


Si respondiste que sí a la mayoría, quizá valga la pena explorar. Pero si algo de esto te incomoda, no pasa nada. No hay una forma “correcta” de amar. Lo importante es que tú y las personas con quienes te relaciones estén alineados en lo que buscan.


La no monogamia no es para todo el mundo, pero para algunas personas puede ser una forma honesta y enriquecedora de relacionarse. Requiere trabajo emocional, compromiso y mucha claridad en la comunicación. Si te interesa, empieza por hablarlo con honestidad y apertura. Lo esencial es construir relaciones que se sientan bien para todos los involucrados, sin importar si son monógamas o no.


 
 
 

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